¿Dónde está enterrado el Cid?
Para entender dónde está enterrado el Cid
hay que tener en cuenta que sus restos mortales han viajado por media Europa.
Inicialmente, el Cid fue
enterrado en la Catedral de Valencia pero en el año 1102 su viuda,
Doña Jimena, decidió trasladar su cuerpo al monasterio burgalés de San
Pedro de Cardeña –muy importante para la familia- porque la ciudad
corría el riesgo de ser tomada por los almorávides y quería evitar el expolio
de su tumba. Dos años más tarde la propia Jimena fue enterrada también en un
nicho junto al altar mayor de San Pedro de Cardeña.
A partir del siglo XIII, los huesos del Cid y los de Doña Jimena ocuparon
distintos lugares dentro del Monasterio: en 1272 Alfonso X mandó construir un
sepulcro de piedra para el Cid, que se colocó –junto a una caja de madera
policromada para Doña Jimena- en el centro de la iglesia.
En 1447 se derriba la iglesia románica de
San Pedro de Cardeña para construir otra gótica, así que los sepulcros fueron
removidos y los del Cid y Doña Jimena se trasladan frente a la sacristía.
En 1541, nuevas obras obligan a mover los huesos del Cid al altar mayor y a Doña Jimena
al claustro de San Pedro de Cardeña.
En 1736 se construye la Capilla de San
Sisebuto, a la que se mueven los sepulcros del Cid, Doña Jimena y varios
familiares y conocidos.
¿Y cómo llega el cuerpo del Cid a la
Catedral de Burgos? Porque es ahí donde hoy está enterrado
el Cid… O parte de él. Porque a las idas y venidas por el interior
de San Pedro de Cardeña hay que sumar el expolio que las tropas de
Napoleón realizaron en el monasterio en 1808. Los soldados franceses
se llevaron todo lo que encontraron de valor, incluidos varios huesos cidianos,
porque conocían su leyenda y los consideraron objeto de coleccionismo. Los
huesos que se salvaron del saqueo se llevaron al Espolón de Burgos. Expulsados
los galos, regresaron al Monasterio, de donde volvieron a salir durante los
procesos de desamortización.
En 1921, los huesos del Cid –o los que se
le atribuyeron- fueron enterrados en el crucero de la Catedral de Burgos.
Aunque algunos huesos se recuperaron en el siglo XIX, se sabe que todavía hay
varias piezas repartidas por Europa.
La tumba del Cid en la Catedral de Burgos
La tumba del Cid en la Catedral de
Burgos, uno de los lugares que
ver si pasas un día en Burgos, está ubicada en el crucero
del templo pero no destaca por nada. De hecho, sólo está señalada por una
lápida grabada, rodeada por un cordón rojo. En la lápida se puede leer, en
latín, su nombre de pila, la fecha de su muerte y la leyenda ‘Regali genere
nata’.
En el interior de la Catedral de Burgos,
la primera catedral gótica de la Península Ibérica, se conserva también el
llamado ‘Arcón del Cid‘, que supuestamente utilizó el Campeador,
aunque todo parece indicar que fue utilizado para conservar documentos del
cabildo.
Investiga esta página https://elretohistorico.com/muerte-cid/ donde podrás descubrir que los restos del Cid están por muchos sitios.