Según cuenta un cronista hebreo llamado José Ben Zaddic, el valor de El Cid infundió tal respeto en los árabes, que comenzaron a llamarle "Sidi", que quiere decir señor o maestro. Así, el Sidi devino en Cid y más tarde, en Cid Campeador...
Las fuentes árabes del siglo XI y principios del XII lo llaman الكنبيطور <alkanbīṭūr> o القنبيطور <alqanbīṭūr>, o quizá (teniendo en cuenta la forma romance) Rudriq o Ludriq al-Kanbiyatur o al-Qanbiyatur (‘Rodrigo el Campeador’).